Que la implementación de nuevas tecnologías y la automatización de procesos han revolucionado todos los sectores profesionales es un hecho. Y, como seguro imaginas, el sector de la recogida y el tratamiento de aceites usados de cocina no ha sido la excepción.
Nuestro trabajo ha cambiado notablemente en los últimos años gracias a la introducción de tecnologías digitales que nos han permitido pasar de recogidas menos selectivas y rutas menos operativas a sistemas predictivos, trazables y optimizados que mejoran la seguridad, reducen costes y garantizan la calidad del aceite que llega a las plantas de tratamiento.
Además, esta transformación afecta a todas las fases del proceso: desde la localización y la recogida hasta el control de la calidad, el pretratamiento y la emisión de certificados de gestión y trazabilidad exigidos por la industria de biocombustibles y la normativa medioambiental.
¿Te gustaría descubrir cuáles son algunas de esas nuevas tecnologías digitales que están transformando la recogida, el tratamiento y el reciclaje de aceites usados? Hoy te lo contamos.
¿Por qué son importantes estas tecnologías?
Es evidente que las nuevas tecnologías han beneficiado nuestro trabajo desde muchos puntos de vista. Probablemente, todo lo que tenga que ver con la fase de recogida de aceites usados de cocina en Madrid, ahora lo llevamos a cabo de manera más automatizada y controlada.
Pero la mejora tecnológica también afecta a la logística que aplicamos en estos procesos, reduciéndose la posibilidad de contaminación, fugas o saturación de contenedores.
Por otro lado, hoy la trazabilidad de cada recogida también es más sencilla y precisa, evitando el riesgo de fraude y facilitando el cumplimiento de certificaciones ambientales.
Tampoco podemos olvidar que los datos que facilitan estas nuevas tecnologías nos permiten planificar el pretratamiento necesario para proteger los procesos, lo que se traduce en mayor rendimiento industrial y menor impacto ambiental.
Nuevas tecnologías clave en el reciclaje de aceites usados
1.- Sensores IoT de nivel y condición:
Son sensores ultrasónicos de presión y de masa que, instalados en contenedores, miden el nivel de llenado, temperatura y, en algunos casos, indican el nivel de contaminación del aceite. Esa telemetría en tiempo real evita recogidas innecesarias, reduce emisiones de la flota y disminuye los vertidos accidentales.
2.- Rutas inteligentes y optimización logística:
Las plataformas que integran datos de llenado, prioridad de servicio y restricciones de vehículo calculan recorridos óptimos mediante algoritmos (VRP, ML) y actualizan turnos de recogida en tiempo real. El resultado son rutas optimizadas y una mejor gestión general de la logística.
3.- Trazabilidad digital y certificados inmutables:
Por otro lado, las soluciones basadas en plataformas seguras que registran cada paso también resultan muy prácticas en el reciclaje de aceites usados de cocina. Gracias a ellas, se puede conocer de forma intuitiva y en tiempo real el volumen de aceite recogido y analizar su calidad y pureza antes de que llegue a las plantas de tratamiento innecesariamente.
En algunos casos, estas tecnologías también generan un “certificado digital” verificable que respalda la cadena de custodia y facilita auditorías y acceso a mercados regulados.
4.- Sistemas avanzados de pretratamiento y control de calidad:
Las tecnologías industriales que siempre se han usado en estos procesos (deshidratación, desgomado, filtración y adsorción) se integran con sensores y SCADA para ajustar valores antes de la conversión a HVO o biodiésel, protegiendo catalizadores y mejorando rendimientos.
En conjunto, estas innovaciones tecnológicas no solo optimizan costes operativos, sino que elevan la fiabilidad ambiental y comercial del aceite reciclado.
Las empresas que nos dedicamos a la recogida y al tratamiento de aceites usados, como es el caso de Reacus, hemos encontrado en estas nuevas tecnologías a unas grandes aliadas que nos permiten desarrollar nuestro trabajo de una forma más efectiva, convirtiéndonos en socios mucho más estratégicos en la cadena de valor de la economía circular.