Muchas generaciones han crecido con la idea de que, así como el aceite de oliva es un aceite realmente saludable para cocinar, el aceite de girasol debe evitarse salvo para freír cosas muy puntuales. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, ya que este aceite vegetal es otro gran aliado en la cocina no solo por el sabor que aporta a los platos, sino también porque tiene muchos más beneficios para la salud de los que se conocen. Y hoy te los contamos todos en este post porque, como seguro intuyes, recogemos todo tipo de aceites usados de cocina, incluido el de girasol, para su posterior reciclado.
¿Qué aporta el aceite de girasol a tu salud y a tu cocina?
1.- Permite cocinar platos más ligeros.
En primer lugar, el aceite de girasol es muy ligero. Cuando cocinas con aceite de girasol, tus platos serán más bajos en grasas saturadas, lo que es excelente para mantener tu corazón sano y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Ya sabemos que el aceite de oliva es el más rico en ácidos oleicos sanos y digeribles, pero eso no quiere decir que el aceite de girasol no lo sea también.
2.- Aceite rico en vitamina E.
Además de su perfil lipídico saludable, el aceite de girasol es una fuente rica en vitamina E, un poderoso antioxidante que protege las células de tu cuerpo contra el daño oxidativo. Esto significa que al cocinar con aceite de girasol, estás ayudando, por ejemplo, a mantener tu piel radiante y tu sistema inmunológico fuerte. ¿No es genial saber que tus platos no solo son deliciosos, sino también saludables?
3.- Es un aceite más versátil.
Otro punto a favor del aceite de girasol es su versatilidad en la cocina, especialmente para freír y guisar. Este aceite se adapta a muchas necesidades culinarias, lo que te permitirá usarlo en muchas recetas. Su sabor suave y neutro no abruma a los otros ingredientes, permitiendo que los sabores naturales de los alimentos destaquen. En definitiva, es un buen aceite para probar cosas nuevas y experimentar en la cocina.
4.- Resiste temperaturas más altas para frituras.
Además, el aceite de girasol tiene un punto de humeo alto, lo que significa que es ideal para freír a altas temperaturas sin quemarse ni volverse rancio. Esto garantiza que tus alimentos se cocinen de manera uniforme y conserven su sabor y textura originales sin quemarse por fuera.
5.- Es una opción vegetal más económica.
No podemos dejar de mencionar que el aceite de girasol es, dentro de los aceites vegetales, una opción económica y fácil de encontrar en cualquier supermercado. No necesitas gastar una fortuna para disfrutar de un aceite sabroso y saludable, y más ahora que se ha disparado el precio del aceite de oliva.
En resumen, el aceite de girasol no solo mejora el sabor de tus platos, sino que también promueve tu salud y bienestar. Y ya sabes que tras su uso en la cocina, puedes acudir a nosotros para que nos encarguemos de su recogida y reciclado. No olvides que estamos autorizados para recoger aceite de uso doméstico y también para la recogida de aceite usado de hostelería en Madrid.
Cuenta con Reacus para reciclar tus aceites vegetales y hacer que el planeta sea un lugar más sostenible.