Seguro que cuando tienes que realizar una analítica para valorar tu estado de salud general prestas atención a los datos relativos al “colesterol malo” y al “colesterol bueno”. De la misma forma, también se ha popularizado hablar de grasas buenas y grasas malas, un matiz diferencial que se tiene muy en cuenta en el ámbito dietético y nutricional. ¿Quieres saber por qué se dice que el aceite, sobre todo el aceite de oliva, aporta a tu organismo “grasas buenas”?
Pues el aceite de oliva, especialmente el virgen extra, es ampliamente reconocido en la comunidad dietética como una fuente de «grasas buenas». Este tipo de grasas es beneficioso para la salud debido a su composición y a los efectos positivos que tiene en el organismo. Las grasas del aceite de oliva son predominantemente grasas monoinsaturadas, que se consideran saludables en comparación con las grasas saturadas y trans.
Beneficios del aceite que hacen que hablemos de grasas buenas:
A continuación te contamos de manera muy sencilla por qué son buenas estas grasas:
1.- Contienen ácido oleico:
Una de las principales grasas monoinsaturadas presentes en el aceite de oliva es el ácido oleico. Este ácido graso tiene varias propiedades beneficiosas para la salud. En primer lugar, se ha demostrado que el ácido oleico puede ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL (el colesterol «malo») en la sangre, mientras que no afecta negativamente los niveles de colesterol HDL (el colesterol «bueno»). Esto es crucial para la prevención de enfermedades cardiovasculares, ya que el colesterol LDL elevado está asociado con un mayor riesgo de problemas cardíacos.
2.- Son una fuente de antioxidantes:
Además, el aceite de oliva es una importante fuente de antioxidantes, como la vitamina E y los polifenoles. Estos compuestos no solo protegen al cuerpo contra el daño oxidativo y la inflamación, sino que también juegan un papel importante en la prevención de enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades neurodegenerativas. Los polifenoles, en particular, tienen propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a reducir la inflamación crónica, un factor de riesgo clave para muchas enfermedades crónicas.
3.- Contribuyen a llevar una alimentación sana:
El aceite de oliva también es uno de los pilares de la dieta mediterránea, que ha sido ampliamente estudiada por sus beneficios para la salud. La dieta mediterránea, que incluye una alta ingesta de aceite de oliva, frutas, verduras, legumbres y pescado, se asocia con una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y obesidad. Los estudios han mostrado que las personas que siguen una dieta mediterránea tienen una menor mortalidad general y una mayor esperanza de vida. Además, el aceite de oliva es versátil y fácil de incorporar en la dieta diaria en ensaladas, guisos…
4.- Benefician a las personas diabéticas:
Otro aspecto importante del aceite de oliva como fuente de “grasas buenas” es su capacidad para mejorar la sensibilidad a la insulina. Esto es particularmente relevante para las personas con riesgo de diabetes tipo 2. Las grasas monoinsaturadas del aceite de oliva pueden ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre y mejorar la función de la insulina, lo que contribuye a un mejor control de la glucemia.
Como ves, el consumo de aceite de oliva resulta muy beneficiosos para la salud, algo que ha popularizado que a las grasas que aporta se les llame “grasas buenas” debido a sus efectos positivos en la salud cardiovascular, sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, y su contribución a una dieta equilibrada y saludable.
Ahora que sabes que el aceite no solo aporta grasas buenas, sino que es básico en una dieta sana y equilibrada, ¿sabes qué hacer con el que has usado para cocinar? Pues además de reutilizarlo en otra ocasión, después debes reciclarlo de forma correcta, y nunca arrojarlo por el fregadero o el inodoro. Acudir a una empresa especializada en la recogida de aceites usados de cocina en Madrid es la mejor opción por la facilidad de la recogida y porque tendrás la garantía de que se va a realizar un reuso adecuado del aceite.
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