Aunque, últimamente, el aceite de oliva vive rodeado de polémica por los desorbitados precios que ha alcanzado en el mercado, si hay un aceite polémico por excelencia ese es el aceite de palma.
Hasta tal punto ha estado en el ojo del huracán que, hoy en día, muchos productos alimenticios exhiben con orgullo y como reclamo de venta el distintivo “aceite de palma free”. Pero ¿qué pasa exactamente con este tipo de aceite? ¿Es tan nocivo como se dice? ¿A qué se debe este rechazo?
Hoy analizamos este asunto en este post en el que, como siempre, aprovechamos también para recordarte la importancia de que, sea cual sea el aceite de cocina que uses, lo recicles a través de empresas como la nuestra para que se le pueda dar un nuevo uso en el futuro.
La polémica que rodea el aceite de palma.
La polémica que gira en torno al aceite de palma con el que se elaboran muchos productos alimenticios, especialmente ultraprocesados, se centra en dos aspectos que cuestionan el uso de este aceite: sus consecuencias para la salud y sus consecuencias para el medioambiente.
1.- Impacto en la salud:
El aceite de palma es una grasa vegetal ampliamente utilizada en la industria alimentaria debido a su bajo costo y a su versatilidad de uso. Sin embargo, su consumo ha sido objeto de debate en términos de salud. Uno de los principales problemas es su alto contenido en grasas saturadas, que pueden elevar los niveles de colesterol LDL (conocido como colesterol «malo») en la sangre. Esto está asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Además, durante el proceso de refinación del aceite a altas temperaturas, el aceite de palma puede generar compuestos tóxicos como los ésteres de glicidilo y otros contaminantes, que son potencialmente cancerígenos.
Por otro lado, algunos estudios han señalado que, si se consume con moderación y como parte de una dieta equilibrada, el aceite de palma no presenta un riesgo significativo para la salud. También se ha destacado que contiene antioxidantes naturales, como el tocotrienol, una forma de vitamina E, que puede tener beneficios para la salud.
2.- Impacto en el medioambiente:
La otra polémica que rodea al aceite de palma parece menos cuestionable y ha conseguido una total unanimidad de opiniones: el cultivo del aceite de palma tiene un impacto ambiental considerable que pone en riesgo la salud de animales y otras especies.
Las plantaciones de palma aceitera se han expandido rápidamente en países como Indonesia y Malasia, a menudo a expensas de bosques tropicales y turberas. Esta deforestación masiva contribuye a la pérdida de biodiversidad, poniendo en peligro la conservación de especies como el orangután y el tigre de Sumatra. Además, la conversión de turberas ricas en carbono a plantaciones de palma aceitera libera grandes cantidades de dióxido de carbono, contribuyendo al cambio climático.
Las prácticas agrícolas insostenibles también han llevado a conflictos con comunidades locales y pueblos indígenas, quienes a menudo son desplazados de sus tierras sin una compensación adecuada.
¿Se está tomando alguna medida al respecto?
Ante esta situación, ha habido una llamada a la producción sostenible de aceite de palma. La Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sostenible (RSPO, por sus siglas en inglés) se estableció para promover prácticas más responsables en la industria aceitera en general. Y entre esas prácticas, se encuentra conceder certificaciones RSPO que acrediten que el aceite de palma provenga de fuentes que no contribuyan a la deforestación y que respeten los derechos de los trabajadores y las comunidades locales.
Sin embargo, la eficacia y la transparencia de estas certificaciones se han cuestionado. Por lo tanto, algunos consumidores y empresas están optando por alternativas al aceite de palma, como el aceite de coco, el aceite de girasol y otras grasas vegetales de las que te hemos hablado ya en este blog.
Como ves, la controversia del aceite de palma es un tema complejo, pero podríamos decir que su cuestionamiento se basa en sus efectos en la salud, en la sostenibilidad ambiental y en la justicia social. ¿Lo has comprado alguna vez? ¿O quizás te suene más de verlo en el etiquetado de productos procesados? En cualquier caso, desde Reacus te animamos a informarte en profundidad y sacar tus propias conclusiones para, posteriormente, actuar en consecuencia.
Pero, como te decíamos, a lo que también te animamos es que, sea cual sea el aceite que usas en tu hogar o en tu negocio, lo recicles a través de nuestro servicio de recogida de aceites usados de cocina en Madrid. ¡Llámanos!