Reciclar aceite en zonas rurales: cómo superar la brecha logística y educativa.

Reciclar aceite en zonas rurales - Reacus

En las áreas rurales, el aceite de cocina usado representa, como en cualquier otro punto geográfico del planeta, un importante riesgo ambiental por motivos ya de sobra conocidos por todos (contaminación de suelos, ríos y acuíferos; problemas en las redes de saneamiento…).

Pero también representa una oportunidad porque el margen de mejora de este gesto es aún muy amplio. A día de hoy, reciclar aceite en zonas rurales sigue teniendo muchas limitaciones que hacen que se realice en menor medida en comparación con los núcleos urbanos.

La menor densidad de puntos de recogida, los mayores costes logísticos que tienen que asumir las empresas autorizadas por la dispersión de las viviendas y el alcance limitado de las campañas educativas son algunos de los factores que dificultan el reciclaje de este residuo.

Por todo ello, hoy queremos dedicar el último post del año a fomentar acciones y planes estratégicos que contribuyan a que en estas zonas también se pueda llevar a cabo una recogida de aceite usado que resulte más sencilla tanto a los usuarios finales como a empresas como la nuestra. Te invitamos a leer este post para entender qué pasa con esta problemática.

Reciclar aceite en zonas rurales: principales problemas y posibles soluciones

1.- Infraestructura insuficiente:

En muchas localidades rurales no existen contenedores ni puntos limpios accesibles facilitados por la Administración Pública. Desplazarse a depositar aceite usado de cocina resulta incómodo a los usuarios y costoso a las empresas privadas que están autorizada a recogerlo, de ahí que se lleve a cabo de forma muy limitada.

Una posible solución sería planificar una red comarcal de contenedores y puntos de recogida proporcional a la población, complementada con rutas móviles programadas para pedanías, concejos y núcleos diseminados.

2.- Costes logísticos altos y economía de escala:

Recoger pequeñas cantidades de aceite de cocina usado dispersas aumenta el coste por litro y reduce la viabilidad económica del servicio. Al final, las zonas rurales se quedan sin una opción viable y económica para que puedan realizar el necesario reciclaje de este residuo.

Una posible solución a este problema pasa por unir esfuerzos entre municipios mediante mancomunidades o cooperativas, diseñar rutas optimizadas, compartir flotas y habilitar centros donde agrupar el aceite antes del transporte a plantas de reciclado.

3.- Deficiencias educativas y de hábito:

Muchos hogares desconocen el impacto del vertido y la forma adecuada de almacenar el aceite sobrante de cocinar, algo que deberían conocer todos de primera mano, incluidos los niños.

Una forma de incentivar que se consiga reciclar aceite en zonas rurales consiste en realizar campañas en colegios y centros sociales, distribuir embudos y envases reutilizables, formar  sobre el envasado seguro para facilitar la entrega y normalizar la conducta de reciclaje.

4.- Trazabilidad y cumplimiento normativo:

La mezcla con aceites industriales impide la muchas veces la valorización, además de incumplir las normativas vigentes.

Otro posible remedio a este problema es implantar protocolos de trazabilidad, formar a gestores locales y coordinar con empresas autorizadas que garanticen el destino correcto y la trazabilidad desde el punto de origen.

5.- Incentivos y sostenibilidad:

Si a todos estos problemas les unimos la falta de incentivo que pueden sentir muchas personas, la recogida se vuelve menos constante.

De la misma forma que en Reacus premiamos a las empresas y comunidades con diferente regalos como productos de limpieza, en las zonas rurales sería bueno establecer algunos sistemas de valorización local, además de buscar financiación regional, aplicar bonificaciones fiscales y reinvertir parte de los ingresos en servicios comunitarios para crear un retorno perceptible.

Conclusión

Superar la brecha logística y educativa que existe a la hora de reciclar aceite en zonas rurales, exige combinar una infraestructura adecuada con campañas de sensibilización y apoyo por parte de las instituciones. Desde nuestra empresa, aunque prestamos el servicio de recogida de aceites usados de cocina en Madrid, podemos contribuir a esta causa ofreciendo diagnósticos, diseñando rutas, facilitando formación… para implantar proyectos adaptados a las realidades rurales.

Sin duda, este sería un buen deseo para el próximo año: que todo el mundo, viviera donde viviera, tuviera un acceso fácil al reciclado de aceite usado de cocina como el que ahora existe en la mayoría de ciudades. ¿Nos ayudas a conseguirlo?

Y ya para finalizar, desde Reacus queremos aprovechar este último post para agradecer a todos nuestros clientes, amigos, seguidores de este espacio… su apoyo y su contribución para conseguir un planeta más limpio y sostenible para todos.

 

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