La llegada de septiembre y el inicio de un nuevo curso académico siempre se percibe como el inicio de una nueva etapa que, en consecuencia, trae consigo la oportunidad de replantear rutinas, fijar nuevas metas y adoptar hábitos más responsables.
En este sentido, los centros educativos no solo tienen la misión de formar a las nuevas generaciones en conocimientos académicos, sino también en valores que serán determinantes para el futuro de nuestra sociedad. Uno de ellos es el de la sostenibilidad, y dentro de este ámbito, el reciclaje de aceite en los comedores escolares se presenta como un gesto sencillo, pero de enorme impacto ambiental y también educativo.
Por ese motivo, hoy queremos aprovechar este artículo para fomentar el reciclaje de aceite de cocina en los comedores de colegios públicos y privados, además de insistir en la importancia que tiene que los alumnos estén al tanto de esta práctica para que se conciencien y tomen partido en este momento climático que estamos viviendo.
La magnitud del aceite usado en un curso escolar
Un comedor escolar funciona, por lo general, durante los nueve meses del curso académico, con servicio de comida de lunes a viernes. Si calculamos de forma orientativa, un centro que dé de comer a 300 alumnos puede llegar a utilizar entre 5 y 7 litros de aceite cada semana para freír, cocinar y aliñar alimentos.
Multiplicando ese dato por unas 36 semanas lectivas que tiene el curso, la cantidad de aceite usado se vuelve realmente significativa: hablamos de cientos de litros que, si no se gestionan correctamente, podrían acabar contaminando miles de litros de agua.
Esta magnitud justifica por sí sola la importancia de contar con un sistema de recogida autorizado que asegure el reciclaje de aceite en comedores escolares.
De hecho, estos centros educativos con cocina y comedor están obligados por ley a que el aceite vegetal usado sea recogido y gestionado por empresas autorizadas como es el caso de Reacus en la Comunidad de Madrid.
Son los equipos directivos, los departamentos específicos y las personas encargadas de las cocinas quienes deberán velar por este cumplimiento, almacenando el residuo en contenedores homologados y coordinando su retirada periódica. Gestionar el aceite de forma correcta no solo evitará sanciones administrativas al centro escolar, sino que demuestra su compromiso real con el medioambiente.
El reciclaje de aceite en comedores escolares es predicar con el ejemplo
No obstante, más allá de que la cantidad de aceite utilizada ya hace totalmente imprescindible una adecuada gestión, no podemos olvidar la parte educativa de esta práctica. Por eso, el reciclaje de aceite en comedores escolares no debería ser un acto invisible que ocurre solo en la trastienda de la cocina. Informar a los alumnos de que su centro recicla el aceite es una manera efectiva de educar en valores como el respeto al entorno y la responsabilidad colectiva.
Explicarles, por ejemplo, que un solo litro de aceite puede contaminar hasta mil litros de agua, o que ese residuo puede transformarse en biocombustible, convierte la teoría en una experiencia práctica y cercana. Así, los niños y niñas no solo aprenden ciencias en clase, sino que ven aplicado ese conocimiento en su propio comedor.
Hagamos que este curso valga la pena
Hacer que este curso merezca la pena no pasa únicamente por aprobar exámenes o completar proyectos académicos. También significa enseñar a los más jóvenes a ser ciudadanos responsables y conscientes del mundo en el que viven.
Que un colegio recicle su aceite vegetal usado es una decisión con efectos inmediatos en el medioambiente, pero también con un valor a largo plazo: sembrar en los estudiantes la idea de que cada pequeño gesto cuenta en la construcción de un futuro más sostenible.
Desde Reacus podemos ayudarte a reciclar el aceite usado en el comedor escolar de tu centro, solo tienes que contactar con nosotros y, como empresa autorizada para la recogida de aceites usados de cocina en Madrid, nos encargamos de todo.