Hace ya unos cuantos años que la preocupación por el medioambiente y la necesidad de poner en práctica gestos más responsables y respetuosos con la naturaleza popularizó la famosa regla de las 3R: reducir, reutilizar y reciclar.
Sin embargo, el hecho de que nuestro planeta siga estando amenazado por nuestro estilo de vida hizo necesario ampliar esa regla dando más pasos en pro de la sostenibilidad. Y así es como nace una nueva iniciativa que se resume en otra regla de erres, aunque en este caso son 7R: rediseñar, reducir, reutilizar, reparar, renovar, recuperar y reciclar. ¿Habías oído hablar de ella y de su importancia para lograr un mundo menos contaminado y más sostenible? Si no es así, no dejes de leer este post en el que te contamos un poquito más.
La importancia de la regla de las 7R.
El modelo de vida al que invita la regla de las 7R es crucial para poder poner en práctica una economía circular en lugar de la economía lineal en la que estamos instalados. No podemos seguir obteniendo nuevas materias primas para abordar procesos productivos desde cero, sino que urge buscar otras vías alternativas que no acaben con nuestros recursos.
Y eso es precisamente lo que proponen estas 7R, siete acciones que promueven el aprovechamiento de los recursos ya manufacturados para poder reutilizarlos y reducir el impacto ambiental y la acumulación de residuos. Por eso es tan importante tener presente estas 7R y practicarlas en nuestra vida diaria:
1.- Rediseñar:
Debemos anticiparnos y pensar de otra manera, comenzando por diseñar objetos y productos que tengan en cuenta aspectos medioambientales. Hay que dejar a un lado la belleza y la funcionalidad y darle más protagonismo a la sostenibilidad.
2.- Reducir:
Vivimos en la era del usar y tirar, consumiendo muchos productos de forma rápida y sin pensar. Por eso resulta tan importante reducir la cantidad de productos que consumimos. Porque se trata de reducir el consumo energético, efectivamente, pero también el consumo de ropa o dispositivos electrónicos que usamos una temporada y dejamos de lado.
3.- Reutilizar:
Muy unido al concepto anterior, reutilizar consiste en darle un nuevo uso a productos ya usados y que ya han sido utilizados para su funcionalidad principal. Reutilizar bolsas de tela para la compra es uno de los ejemplos más clásicos.
4.- Reparar:
Reparar nuestros bienes antes de tirarlos y comprar otros es una solución que comenzó a extenderse por motivos más económicos que ambientales. La cuestión es que reparando cosas, desde ropa a muebles o gadgets, reducimos el uso de nuevas materias primas y recursos no renovables en muchos casos.
5.- Renovar:
Otras veces, aunque un objeto o un producto no estén estropeados, los dejamos de lado porque son viejos, ya no están de moda o nos hemos cansado de ellos. Intentar renovar y actualizar algunos bienes es la mejor manera de darles una nueva vida y no recurrir a la compra de otros con todo lo que ello supone.
6.- Recuperar:
Recuperar materiales y productos usados para poder reintroducirlos como materias primas en procesos productivos nos ayuda a reducir el uso de nuevos recursos sin tener que renunciar a productos nuevos si fueran necesarios.
7.- Reciclar:
El verbo más popular dentro de este campo. Una vez hayas dado todos los usos y reusos a un objeto, no te olvides desecharlo de manera responsable. O lo que es lo mismo, de reciclarlo. En tu vida diaria debes separar tus residuos para reducir la contaminación y contribuir a que se cumplan el resto de R que hemos visto hoy.
En el caso del aceite usado de cocina, ya sabes que puedes reutilizarlo en varias ocasiones como te contamos ya en nuestro blog. Pero una vez ya no puedas volver a usarlo, lo mejor es que acudas a una empresa como la nuestra, autorizada para su recogida y reciclaje.
No olvides que el hecho de encargarnos de la recogida de aceite usado de hostelería en Madrid a ti no te costará nada y el medioambiente ganará mucho. Cuando pienses en la regla de las 7R, piensa en Reacus.